Cómo germinar tus verduras en agua
Una cosa
es tener un jardín o un huerto en el cual hacer germinar semillas. Pero algo
aún más estimulante es hacer que, de los residuos de los
vegetales, surjan brotes a partir de los cuales éstos se regeneren. Pocos
lo saben, pero hacerlo es posible y, además, muy sencillo.
No todos
los vegetales tienen esta cualidad resiliente, pero aquellos que sí la tienen
sólo requieren de unos cuantos artilugios y mucha paciencia para
regenerarse y así, podrán comenzar a proveernos de una
fuente infinita de alimento orgánico.
Así que,
si eres amante de los vegetales cultiva tus propios alimentos lo que sin duda
es más saludable, pues te ahorras en pesticidas, para cultivar estas verduras esto
es lo que tienes que saber:
Albahaca: Tendrás
que transferirla al agua antes de que empiece a florecer. Asegúrate de que
cuenta con luz suficiente y da un margen de tiempo antes de disfrutar de tu
propia albahaca.
Apio: Con
tanto sabor como el que podrías cultivar en tierra, si haces crecer tus propios
apios en agua te ahorraras toda la tierra que suele aferrarse a la base de este
alimento.
Espinaca: Todo
lo que tendrás que hacer para producir tus propias espinacas en tu huerto
casero en agua será replicar el sistema que hay que seguir para la lechuga.
Lechuga: Este
es uno de los productos más adecuados para cultivos hidropónicos, por lo que no
dudes en poner las semillas en tazas para, cuando crezcan un poco, pasarlas a
un recipiente con agua de mayor tamaño.
Menta: Sea
cual sea la variedad que elijas, todo lo que necesitarás será introducir varias
ramas en los recipientes que habilites para ello y esperar a que crezcan.
Pimientos: Introduce
cada semilla en una taza y, cuando crezca, transfiere el plantón al recipiente
con agua en el que quieras que siga progresando.
Salvia: Preferiblemente
en primavera, coge unas ramas e introduce las raíces en el agua hasta que
crezca. La luz constante sobre este cultivo será imprescindible para que
prospere.
Tomate: Sigue
la misma técnica que con los pimientos y disfruta de tu cultivo casero de
tomates.
Romero: Para
tener esta hierba aromática fresca y a la mano, quita
las hojas y raspa ligeramente los tallos con la uña, para así facilitar la
absorción del agua. Sumerge el tallo en un frasco de vidrio con agua a
temperatura ambiente. Cubre el frasco con una bolsa de plástico y ponlo en un
lugar templado donde no haya luz directa del sol. Si ves que se oscurece el
agua en las primeras 24 horas, no la cambies por dos días. Mantén las ramitas
en el agua para que continúen creciendo las hojas.
Ajo: Toma
varios dientes de ajo orgánicos sin pelar y ponlos en un frasco de vidrio con
la parte puntiaguda del diente hacia arriba. Añade agua en la base del frasco,
pero sin llegar a sumergir los dientes en el agua. En solo unos días verás cómo
salen raíces de la base del ajo, y en una semana aproximadamente aparecerán
largos brotes verdes en la punta del ajo.
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